28.10.07

El Perseguidor

Años atrás, cuando era un apasionado y esperanzado estudiante de Economía y todavía creía que era posible cambiar un poco el sistema para conseguir un poco de justicia social en este mundo de humanos, que por cierto son definidos como hipócritas y egoístas por naturaleza, según muchos economistas, leí varias obras que me mostraron un camino distinto. Un camino que me condujo a otra realidad, menos dogmática y mucho más profana, donde las circunscripciones de mi personalidad están delimitadas por una serie de líneas diáfanas, invisibles, y de múltiples colores inexistentes. Comencé a ver las cosas de otra manera, los libros que leía los reconocía y adoptaba con solemne profundidad y apego espiritual, poco a poco hacia de mi añorado libertinaje un dogma estrambótico, una estructura caótica y sin duda armónica hasta más no poder.

Quiero compartir una lectura mínima, que rescato de aquellos libros que todavía repaso y sobre los que lentamente trazo mi camino. Lo encontré en Cochabamba el año 2002, cuando Karen y yo nos dispusimos a recorrer las calles de la ciudad en busca de una biblioteca-librería clandestina de la que habíamos escuchado hablar en repetidas oportunidades, en conciertos de trova y exposiciones pictóricas. Nos decían en ese entonces, que la biblioteca se movía constantemente, y que era una española anarquista, ya anciana y casi ciega, la dueña de la misma, que ella había llegado a Bolivia en los años 40 escapando a Franco cuando todavía era una muchacha.

Nos tomo varios días dar con la dirección de la biblioteca-librería pero al fin la encontramos, aparentemente todo el que sabia darnos pistas acerca de la misma nos llevaba a concluir que desde hacia un año la biblioteca se hallaba en el numero 181 de la calle 20 de Enero, cerca a la calle Junín. Recorrimos la calle Junín 4 veces de Norte a Sur y de Sur a Norte, pero nada, jamás encontramos la calle 20 de Enero. Fue la noche del cuarto día de nuestra búsqueda, que hallamos la respuesta. Eran las 8 de la noche, Karen y yo nos encontrábamos tomando té en su casa, cuando la abuela de Karen decidió unirse a nuestra charla en la mesa de la cocina, y nos contó cosas de la revolución nacional y de la época de la dictadura, de sus años en la mina, y del poco tiempo que vivió en Santa Cruz en los años 50. La pregunta, como muchas cosas en la vida, vino de ningún lado. Karen pregunto a su abuela si conocía donde era la calle 20 de Enero, y la abuela con una pequeña sonrisa nos dijo que por supuesto, pero que hacia mas de 20 años que nadie la llamaba así, que la calle 20 de Enero era ahora la Avenida Heroínas.

Al día siguiente no encontramos ninguna biblioteca-librería en la Avenida Heroínas, al menos no cerca de la calle Junín, pero supimos dar con un amigo estudiante de Sociología, que nos dijo que en el tercer piso de una casa colonial en la calle Jordán, había en efecto una biblioteca-librería clandestina, muy poco conocida pero muy selectamente visitada. Cuando entramos al lugar, parecía salido de una historia fantástica, todo estaba en absoluta oscuridad y uno tenia una pequeña lámpara de mano, que funcionaba con Kerosén, para ubicar su camino. Encontré muchos libros de los que había escuchado hablar y que compre a muy bajo precio, viendo el interés que habíamos tenido Karen y yo por los libros, y en ausencia de algún otro comprador, la dueña del lugar se acerco a nosotros y comenzó a contarnos cosas y a preguntarnos sobre nuestros gustos literarios. Sentí que una delgada conexión se establecía entre ella y nosotros, sentí con vértigo que una amistad inesperada nacía en ese instante.

Esas charlas y muchas otras lecturas pertenecen ahora a mi presente, y con seguridad al de Karen también. Quizás en el futuro algunas de esas me ayuden a encontrar ese indefinido e insensato camino a ningún lugar que busco con tanto empeño. El primer libro que compre en la biblioteca-librería, fue una copia muy antigua de Las Armas Secretas de Julio Cortázar editada por la ya mítica Editorial Sudamericana, la obra resulto ser un libro universalmente interminable, como casi todo lo de Cortázar. Fue en ese libro que leí El Perseguidor por primera vez. Les dejare a continuación un recorte del cuento, un recorte que nos dice mucho, que nos habla del Jazz y de lo que Johnny tanto persigue, que nos habla de todo lo que nos rodea y la futilidad de lo material, del absurdo, de Amorous (una supuesta obra de Jazz) y del poder absorbente y mitificador que tiene la música, de los juicios y de ese sentimiento indescriptible y ultra-fascinante que es la libertad. Pienso que de algún modo u otro, estos me ayudaran a encontrar, en un futuro, aquello que tanto persigo y que solo se llamar el paradero de los jilgueros. También les dejo, un poema de Dylan Thomas…

‘Es curioso, ha sido necesario escuchar esto, aunque ya todo convergía a esto, a Amorous, para que yo me diera cuenta de que Johnny no es una víctima, no es un perseguido como lo cree todo el mundo, como yo mismo lo he dado a entender en mi biografía (por cierto que la edición en inglés acaba de aparecer y se vende como la coca-cola). Ahora sé que no es así, que Johnny persigue en vez de ser perseguido, que todo lo que le está ocurriendo en la vida son azares del cazador y no del animal acosado. Nadie puede saber qué es lo que persigue Johnny, pero es así, está ahí, en Amorous, en la marihuana, en sus absurdos discursos sobre tanta cosa, en las recaídas, en el librito de Dylan Thomas, en todo lo pobre diablo que es Johnny y que lo agranda y lo convierte en un absurdo viviente, en un cazador sin brazos y sin piernas, en una liebre que corre tras de un tigre que duerme. Y me veo precisado a decir que en el fondo Amorous me ha dado ganas de vomitar, como si eso pudiera librarme de él, de todo lo que en él corre contra mí y contra todos, esa masa negra informe sin manos y sin pies, ese chimpancé enloquecido que me pasa los dedos por la cara y me sonríe enternecido.





Y LA MUERTE NO TENDRÁ DOMINIO
(Dylan Thomas - Traducido por Elizabeth Azcona Cranwell)

Y la muerte no tendrá dominio.
los hombres desnudos han de ser un solo
con el hombre en el viento y la luna poniente;
cuando sus huesos queden limpios y los limpios huesos se
dispersen,
ellos tendrán estrellas en el codo y el pie;
aunque se vuelvan locos serán cuerdos,
aunque se hundan en el mar de nuevo surgirán,
aunque se pierdan los amantes, no se perderá el amor;
y la muerte no tendrá dominio.

Y la muerte no tendrá dominio.
Los que hace tiempo yacen
bajo los dédalos del mar no han de morir entre los vientos,
retorcidos de angustia cuando los nervios cedan,
atados a una rueda no serán destrozados;
la fe, en sus manos, ha de partirse en dos,
y habrán de traspasarles los males unicornes;
rotos todos los cabos, ellos no estallarán.
Y la muerte no tendrá dominio.

Y la muerte no tendrá dominio.
Ya las gaviotas no gritarán en los oídos
ni romperán las olas sonoras en las playas;
donde alentó una flor, otra flor tal vez nunca
levante su cabeza a los embates de la lluvia;
y aunque ellos estén locos y totalmente muertos
su cabezas martillearán en las margaritas;
irrumpirán al sol hasta que el sol sucumba,
y la muerte no tendrá dominio.


And Death Shall Have No Dominion
(Dylan Thomas – 25 Poems, 1936)

And death shall have no dominion.
Dead men naked they shall be one
With the man in the wind and the west moon;
When their bones are picked clean and the clean bones gone,
They shall have stars at elbow and foot;
Though they go mad they shall be sane,
Though they sink through the sea they shall rise again;
Though lovers be lost love shall not;
And death shall have no dominion.


And death shall have no dominion.
Under the windings of the sea
They lying long shall not die windily;
Twisting on racks when sinews give way,
Strapped to a wheel, yet they shall not break;
Faith in their hands shall snap in two,
And the unicorn evils run them through;

Split
all ends up they shan't crack;
And death shall have no dominion.

And death shall have no dominion.
No more may gulls cry at their ears
Or waves break loud on the seashores;
Where blew a flower may a flower no more
Lift its head to the blows of the rain;
Though they be mad and dead as nails,
Heads of the characters hammer through daisies;
Break in the sun till the sun breaks down,
And death shall have no dominion.




20.10.07

Lucia y el Sexo

La verdad he visto casi todas las películas de Julio Medem, un director español que a mi gusto es mejor que Almodóvar. Entre sus películas están Martín y Los Amantes del Circulo Polar dos películas extremadamente sinceras. Sus otras películas están entre mis favoritas, y espero que pronto llegue Caotica Ana a las salas de Boston para poder verla en la gran pantalla. La crítica lo adora y lo desprecia, muchos creen que los libretos son poco comerciales. Pero soy sincero, al cuerno con lo comercial, estoy harto de Hollywood y sus atrocidades.

Vi Lucia y el Sexo hace un año atrás, pero anoche la volví a ver y creo que quede mas impactado todavía. Extrañamente empecé a soñar con Lucia muchos años atrás, y una de las cosas que mas me atrajo a este film era el nombre, puesto que Lucia es el nombre que muchas veces reina en lo que escribo y lo que sueño, lo raro es que no conozco a ninguna Lucia en persona. Aunque el final es un poquito feliz (algo inusual en Medem) la película es una obra de arte. Sin entrar en detalles de lo que pasa en la película, me remito a pasar una pequeña parte de la historia que es en si la trama de la película.

"Quiero contarte un cuento lleno de ventajas. La primera ventaja es cuando llega el final del cuento, no se acaba, sino que cae por un agujero...y el cuento reaparece en mitad del cuento. Ésta es la segunda ventaja, y la más grande, que desde aquí se le puede cambiar el rumbo. Si me dejas. Si me das tiempo" (Medem, 2001)

Medem es capaz de cambiar el rumbo de la película en varias oportunidades, y continuamente nos sorprende, cae por un agujero y reaparece en la mitad de la película. Esto es difícil incluso para los que escriben un cuento, me recuerda a Examen de la Obra de Herbert Quain de Jorge Luís Borges. Creo que la magia de la película radica en esta parte, en la que el director nos dice por medio del protagonista lo que esta haciendo con su obra.

La película tiene un libreto demasiado particular, las palabras son cortas pero dicen todo, y Medem tiene la capacidad muy pocas veces encontrada en un director (por ahí se me ocurren Bergman y Kurosawa) de transmitir el lenguaje a través de las imágenes. Me parece que Medem es uno de esos pocos directores que todavía podría hacer cine mudo y mantener a los espectadores a la expectativa.

Lucia y el Sexo me dejo anoche pensando en lo interminable de la realidad, en que mis parpados a veces cuando se cierran me niegan una minúscula parte del presente. Me dejo con ganas de irme a España a encontrar a Lucia, mi musa desconocida, y escapar con ella a una isla a orillas del mediterráneo. Me dejo con ganas de escribir un par de cuentos y también, porque no, me dejo muchas ganas de sexo en el mar. O mejor dicho, de follar como dios manda.


13.10.07

Carta y Melancolia

Prepare esta carta hace unos dias despues de conocer a un immigrante boliviano, que venia de un pueblo muy pobre de Cochabamba. Su realidad es digna de que ustedes la conozcan.

Carolita, no sabes que gusto me dio recibir tu carta. Aquí la gente ya no manda cartas por correo, la tecnología ha avanzado tanto que decirse algo es cuestión de apretar un botoncito, el chico con que vivo es de Quillacollo y el hace todo por Internet, hasta llama por teléfono a su mamá, poco a poco me esta enseñando, pero tu sabes que como nunca hemos visto una computadora en el pueblo es bien difícil aprender.

Pero que te puedo decir Carolita, me ha encantado recibir esta cartita en el buzón, es otro gustito, tiene un saborcito que no se explicar, pareciese que la tinta me trae un pedacito de vos, de tu olor, en pocas palabras hace menos dolorosa esta distancia. Hay Carolita, no sabes cuanto te extraño, ya son tres años que estoy en este país y parece que fuera una eternidad.

Aquí las cosas siguen igual nomás, me paso todo el tiempo trabajando, mandándole plata a mi mamá para que termine de construir la casa, y para que pueda pues ponerse una tiendita o algo. Ahora estoy trabajando de albañil con otros bolivianos, es bueno el trabajo y se gana bien, pero es muy pesado, nos recogen en camioneta a las siete de la mañana y terminamos a las cinco y media súper agotados. También trabajo en un Burger King, de seis y media de la tarde a una de la mañana, pero más bien ese trabajo sólo hago cuatro días a la semana. Los domingos nos reunimos los bolivianos con peruanos y chilenos, y jugamos fútbol todo día, después el lunes otra vez a trabajar.


A lo mejor tienes razón y seria bueno que te vengas aquí, es que la cosa es tan difícil allá, con la sequía del año pasado todo se arruino y mis dos hermanos tuvieron que irse a España, yo entiendo. No me extraña cuando me dices que ya no hay gente joven en el pueblo, todos se han ido, y los pocos que quedan, seguro están pensando en irse. Con lo de la muerte de tu papá las cosas se han debido poner difíciles en tu casa, si te vienes aquí, yo te voy a ayudar a conseguir trabajo, lo único malo es que ahora la situación esta bien difícil para los inmigrantes ilegales. Hay mucho racismo Carolita, uno se da cuenta, la gente ya no nos trata igual, ahora nos ven y nos miran con desprecio, como si fuéramos menos que ellos, si solo queremos trabajar, si solo hemos venido a hacer un poquito de plata. Ahora cuando te ven hablar en español te ven otra clase, antes era diferente a la gente no le importaba. Pero últimamente ya no es así. Y ahora hasta persiguen a los trabajadores, a veces vienen los policías en el medio de la noche al barrio latino y se entran a las casas exigiendo papeles. Recién lo deportaron a mi primo el Carlos, me puso muy mal todo eso, y por eso me cambie de trabajo.

Hasta estaba pensando en irme a España porque mis hermanos me dijeron que las cosas estaban mejor allá, además que allá se habla español y eso siempre hace las cosas más fáciles. Pero me contó el quillacolleño que ahora piden visa, y que de todos modos cuando le ven a uno la cara de campesino no le dejan entrar. Yo no entiendo Carolita, ¿por qué no tenemos los pobres derecho a trabajar? Ni en nuestro país ni en ningún lado, acaso no somos gente Carolita. Si no le robamos a nadie.

Pero igual Carolita, vente conmigo, por lo menos vamos a estar juntos y vamos a poder casarnos. Además entre los dos vamos a ahorrar más, y vas a poder mandar a tu mamá y yo a la mía. Por lo menos caminando juntos, esta soledad va a dejar de perforar mis sueños, esta angustia de no verte va a desaparecer Carolita. Por lo menos contigo, no voy a estar solo en este país extraño, por lo menos juntos vamos a recordar nuestras montañas, los sembradíos de maíz y el ruido de las cigarras, por le menos contigo Carolita voy a ser un poco mas feliz.

Isabel Coixet es una directora Española ante todo fascinante. Me gusta mucho su trabajo en Paris Je T'aime, y sus peliculas My Life Without Me y La Vida Secreta de las Palabras. Se las recomiendo. Mientras les pongo un corto de Invisibles, es acerca de el tema que toque en este post. La Migracion. Si van a YTube pueden ver la segunda parte y final del mismo.

11.10.07

Oprimidos pero no vencidos

‘En la región llamada interandina, vegeta desde tiempo inmemorial, el indio aymará, salvaje y huraño como bestia de bosque, entregado a sus ritos gentiles y al cultivo de ese suelo estéril en que, a no dudarlo, concluirá pronto su raza.’ (Alcides Arguedas – Pueblo Enfermo 1910).

Así es como en 1910 una de las figuras más importantes de la elite intelectual boliviana decretaba el fin del pueblo aymará y de todos los indios bolivianos, que por pertenecer a razas inferiores dentro de la humanidad pues no les quedaban más opciones que ser exterminados por la Civilización. Arguedas jamás renuncio a su visión de la realidad boliviana, y al final de su vida se convirtió en un admirador de Adolf Hitler, lastimosamente sus ideas calaron muy profundo y todavía hoy mucha gente piensa que es la ‘inferioridad cultural’ indígena la causa principal de lo que se considera es el subdesarrollo boliviano.

Hoy Bolivia se encuentra ante muchas disyuntivas y notorias indecisiones, aquellos que fueron relegados a simple postal autóctona, o adorno folklórico, exigen sus derechos. Principalmente su derecho a existir, mellado por cientos de años. Pero también su derecho a rebelarse, a hacerse oír. ¿Por qué le cuesta tanto a la gente ‘bien’ entender que no sólo ellos tienen derechos?


Hablan tanto de falta de dialogo e intransigencia de parte del gobierno. Pero no se ven al espejo. Son ellos los que se rehúsan a dialogar, a entender que sus privilegios de clase no van más, que el cambio ha llegado y esta aquí para quedarse. Despiértate Boliviano, mira a tu alrededor.

En la recientes conmemoraciones al Che Guevara se habla mucho de que el no tuvo éxito en el altiplano, con la gente indígena. Pero eso es lo que la historia oficial pretende mostrarnos. La historia real, nos dice otras cosas. En los años 60 y 70 existieron en Bolivia movimientos indígenas y mineros muy importantes, que pudieron haberse convertido en focos revolucionarios. La represión, el exilio, asesinato y desaparición de muchos de los lideres de estos movimientos, por la dictadura y otros aparatos represores como la CIA, el Plan Cóndor, etc., disminuyeron la fuerza que estos movimientos pudiesen haber tenido, pero jamás apagaron la tea de la esperanza, ni dinamitaron el camino del cambio y la igualdad. Si alguien tiene interés en saber mas al respecto déjenmelo saber, después de todo soy historiador.

Ante la arrogancia de Alcides Arguedas, los dejo con esto que nos muestra más bien que el pueblo indio boliviano, no esta desapareciendo, ni siendo eliminado por la civilización. Esta más bien recobrando su fuerza y poco a poco reconstruyendo sus formas de entender, sentir y conocer la realidad. Pronto, en unos años, podremos observar alternativas a la ‘civilización’, alternativas que siempre han existido pero que nunca han podido mostrarnos su realidad. Su filosofía.

‘Nosotros, los campesinos quechuas y aymaras lo mismo que los de otras culturas autóctonas del país, decimos lo mismo. Nos sentimos económicamente explotados y cultural y políticamente oprimidos. En Bolivia no ha habido una integración de culturas sino una superposición y dominación habiendo permanecido nosotros, en el estrato más bajo y explotado de esa pirámide… ¡Los campesinos estamos oprimidos pero no vencidos!’ (Manifiesto de Tiwanaku – 1973)

(Arte: Roberto Mamani Mamani - Lago Sagrado)

6.10.07

Y el Mundo Sigue Dando Vueltas....

Los domingos por las tardes confiaba en extraviar sus recuerdos y perforar su memoria con las siempre leales adicciones. Pero el tabaco y el ron ya no eran dignos adversarios del recuerdo, ambos provocaban certera e infranqueablemente una sed de angustia y melancolía tan llanas y profundas que terminaba siempre llorando en la cama de alguna prostituta.

Solía caminar por las calles desiertas y sin luz, abandonado al taladro de la memoria y al Eco, poblador y dueño de la ciudad. Habían pasado ya ocho meses desde que regreso a Bolivia y ni un solo día sin que el haya sufrido cada segundo, minuto y hora. Su presente se había convertido en un eterno y lánguido agonizar.

Determinado y cansado de tan absurda vida, decidió resolverlo todo de una vez por todas. Llamo a su madre y le dijo que la quería mucho, y que no se preocupe mucho que el estaba bien. Visito la tumba de su padre al que vio por última vez a sus ocho años, cuando se disponía a migrar con su madre a los Estados Unidos. Escribió una carta para Jennifer, la amiga que conoció cuando era solo un niño y que lo acompaño durante toda su vida, incluso en los meses más difíciles cuando el recién había regresado a Baltimore.


Sentado frente al televisor preparo, en una taza de lata, el veneno para ratas que estaba pronto a ingerir. Tomo aliento y se bebió todo el preparado. Sonrió por última vez, mientras sus ojos se perdían en el horizonte, en la distancia ajena que lo estuvo consumiendo desde que regreso de Irak. Pronto las imágenes de todos los niños acribillados, de las mujeres arrastrándose en las calles tratando de reconocer que pedazo de cuerpo pertenecía a sus maridos, de los hospitales y las casas en llamas, de soldados disparando al azar, de ordenes de muerte, de lagrimas y sangre inundando las calles de Fallujah. Poco a poco todo se fue desvaneciendo.

Quedaron solamente los ojos y las manos de sus padres, y la imagen sonriente de Jennifer Thompson, aquella mujer a la que nunca pudo decirle cuanto la amaba. Pronto no quedo nada, solo un fólder que decía Humberto Mercado, en la sección suicidios de la Policía Judicial de Santa Cruz.



(Pintura: Francisco de Goya 'El Tres de Mayo, El ejecutamiento de los defensores de Madrid)