30.9.08

Joseph Stiglitz: El blues del rescate de Wall Street

No hace falta ser un genio para comprender que el sistema financiero de Estados Unidos -el sistema mundial, en realidad- está en una situación caótica. Y ahora, después de que la Cámara de Representantes estadounidense haya rechazado el plan de rescate de 700.000 millones de dólares propuesto por el Gobierno de Bush, también es evidente que no hay un consenso sobre cómo arreglarla.


Los problemas de la economía y el sistema financiero de EE UU son visibles desde hace años. Pero eso no impidió que las autoridades acudieran a las mismas personas que habían contribuido al caos, que no fueron capaces de ver los problemas hasta que estábamos al borde de otra Gran Depresión, y que se han dedicado a deambular de rescate en rescate, para pedirles que nos salven.


Mientras los mercados mundiales se desploman, el plan de rescate volverá, casi con seguridad, a someterse a votación en el Congreso. Puede que salven Wall Street, pero ¿qué pasa con la economía? ¿Qué pasa con los contribuyentes, ya agobiados por unos déficits sin precedentes y con facturas todavía impagadas para financiar unas infraestructuras deterioradas y dos guerras? En estas circunstancias, ¿puede salir bien cualquier plan de rescate?


Por supuesto, el plan de rescate recién derrotado era mucho mejor que lo que proponía en un principio el Gobierno de Bush. Pero su enfoque de base seguía teniendo unos defectos fundamentales. Para empezar, se basaba -otra vez- en la economía del trickle-down, del goteo: no se sabe cómo, si se daba suficiente dinero a Wall Street, acabaría llegando hasta las personas corrientes, beneficiaría a los trabajadores y los propietarios de viviendas. La economía del goteo no funciona casi nunca, y no parece probable que vaya a ser distinto ahora.


Además, el plan suponía que el problema fundamental era de confianza. No hay duda de que eso es parte del problema; pero el origen está en que los mercados financieros concedieron unos préstamos basura. Había una burbuja inmobiliaria y se hicieron préstamos basados en unos precios inflados.


La burbuja ha estallado. Los precios de la vivienda seguramente bajarán aún más, así que habrá más ejecuciones hipotecarias y, por más que se infle el mercado, eso no va a cambiar. Los préstamos basura, a su vez, han creado en los balances bancarios enormes agujeros que habrá que reparar. Una acción de rescate del Gobierno que pague el precio justo por esos activos no ayudará precisamente a reparar el agujero. Al contrario, sería como hacer transfusiones masivas de sangre a un paciente que sufre una enorme hemorragia interna.


Aunque se pusiera rápidamente en marcha un plan de rescate -cosa que parece cada vez más improbable-, habría cierta contracción del crédito. La economía estadounidense se ha sostenido gracias a un auge del consumo alimentado por el préstamo excesivo, y eso se reducirá. Los Estados y los ayuntamientos están recortando gastos. Los balances domésticos son más débiles. Una desaceleración económica exacerbará todos nuestros problemas financieros.


Podríamos hacer más con menos dinero. Los agujeros de los balances de las instituciones financieras deberían repararse con transparencia. Los países escandinavos nos mostraron cómo, hace 20 años. Warren Buffet ha enseñado otra manera, al proporcionar capital a Goldman Sachs. Al emitir acciones preferentes con garantías (opciones), se reduce el riesgo de pérdidas del público y se garantiza que pueda participar en parte de los posibles beneficios.


Esta estrategia no sólo ha demostrado su validez sino que ofrece los incentivos y los medios para que se reanuden los préstamos. Evita la inútil tarea de intentar valorar millones de complejas hipotecas y los productos financieros, todavía más complejos, en los que están incrustadas, y resuelve el problema de las gangas: que el Gobierno se quede con los activos peores o más sobrevalorados. Por último, se puede poner en práctica mucho más deprisa.


Al mismo tiempo, se pueden tomar varias medidas para disminuir las ejecuciones hipotecarias. En primer lugar, es posible hacer que la vivienda esté más al alcance de los estadounidenses de rentas bajas y medias convirtiendo la deducción por hipoteca en un crédito fiscal reembolsable. El Gobierno, en la práctica, paga el 50% del interés hipotecario y los impuestos sobre el patrimonio de los ciudadanos de rentas más altas, pero no hace nada por los pobres. En segundo lugar, es necesaria una reforma de las bancarrotas para permitir que los propietarios reduzcan el valor de su vivienda y permanezcan en sus casas. Tercero, el Gobierno podría hacerse cargo de parte de una hipoteca, aprovechando sus costes de préstamo inferiores.


Por el contrario, el enfoque del secretario del Tesoro estadounidense Henry Paulson es un ejemplo más de los juegos de trileros que han metido al país en este lío. Los bancos de inversiones y los organismos calificadores de crédito creían en la alquimia financiera, la idea de que era posible crear un valor importante a base de cortar y dividir valores. La nueva opinión es que es posible crear valor real descortando y desdividiendo, sacando esos activos del sistema financiero y poniéndolos en manos del Gobierno. Pero eso significa pagar un precio demasiado alto por los activos, y eso sólo beneficia a los bancos.


Al final, existen grandes probabilidades de que, si se acaba por aprobar un plan así, los contribuyentes estadounidenses se queden atrapados. En la economía del medio ambiente hay un principio básico que es "el que contamina, paga". Es una cuestión de justicia y de eficacia. Wall Street ha contaminado la economía con hipotecas tóxicas. Debería pagar la limpieza.


Existe cada vez más consenso entre los economistas de que cualquier rescate basado en el plan de Paulson no va a funcionar. De ser así, el enorme incremento de la deuda nacional y la conciencia de que ni siquiera 700.000 millones de dólares son suficientes para salvar la economía estadounidense erosionarán la confianza aún más y agravarán su debilidad.


Pero, por otro lado, los políticos no pueden no hacer nada en una crisis semejante. Así que quizá tengamos que rezar para que un acuerdo elaborado con la misma mezcla tóxica de intereses especiales, una economía equivocada y unas ideologías de derechas que provocó la crisis pueda, de una u otra forma, producir un plan de rescate que funcione, o cuyo fracaso no haga demasiado daño.


Arreglar esta situación -incluido un nuevo sistema de regulación que disminuya la probabilidad de que vuelva a ocurrir una crisis como ésta- es una de las muchas tareas con las que se encontrará el próximo Gobierno.


Joseph E. Stiglitz, catedrático de Economía en la Universidad de Columbia y premio Nobel de Economía en 2001. © Project Syndicate, 2008. Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.

29.9.08

Tiempo Suficiente

Fines de semana, uno tiene muchas que hacer, pero al final termina haciendo nada. Por un lado, creo que mis perspectivas de vida, van cambiando, al menos tal y como yo quería, y si los dioses y la providencia así lo permiten, con suerte estaré tomando nuevas rutas… un largo esperar, pero bueno, las cosas van saliendo, esperemos que salgan bien. Paciencia supongo… es lo único que uno necesita.


No me corte el cabello, y la verdad ya lo tengo bien largo, y es pura flojera, lo peor es que la peluquería a la que siempre voy está ubicada a tan solo cuatro cuadras de mi casa. Soy un desastre.



Hace mucho calor, y eso que ya empezó el otoño, dicen que llega un huracán a Nueva Inglaterra, tremendo, desde que vivo aquí nunca he visto uno, la única vez que si vi un huracán, fue cuando regresaba de Bolivia poco después de la muerte de mi papá, y eso que me dijeron en el aeropuerto que lo mejor era quedarme, pero no, yo soy un caprichoso, quería llegar a Boston lo más pronto posible, no sé ni para que, supongo que para disfrutar lo poco de verano que quedaba, la otra opción era quedarme en Miami, pero ellos no cubrían los gastos, así que como siempre que regreso de Bolivia, apenas y traigo cambiado para llegar a mi casa, pues me tome el avión, y el piloto nos dijo cuando sobrevolábamos Virginia 'y a su derecha pueden ver el Huracán Fulano' no recuerdo el nombre, sólo sé que el viaje, más que viaje en avión parecía una travesía en camión sin amortiguadores en camino empedrado. Los pasajeros parecíamos bolsas de papa, que andábamos rebotando y agarrándonos muy fuerte, la verdad a mi mucho esas cosas no me afectan, supongo que hubo uno u otro que se agarraba muy fuerte del asiento, y rezaba, pero bueno, prendí mi ipod y luego mande a la realidad al carajo, lo que sí recuerdo es que leí Inmortalidad, de Milan Kundera, un libro fabuloso, al final el avión no se cayó y llegamos todos a Boston. Agosto del 2006.


A veces a uno la música le llega de cualquier lado. Alguien me dijo recientemente, que por culpa mía ahora sólo escucha mi música. En el fondo me alegro, porque no puedo negar que tengo un excelente gusto musical. Ja! De todas formas, debo también agradecer ciertas influencias que llegaron recientemente a mi vida, creo que no hubiese escuchado algunos temas si no hubiesen sido por sugerencias que me hicieron, y es que con esto de la música, muchas veces sales completamente decepcionado de algo nuevo que oyes, e incluso si es tu banda favorita, y se les ocurrió alguna brillante nueva producción. Pero a la persona que está leyendo esto y me paso unos temitas maravillosos, pues muchísimas gracias, ¡no sería lo mismo sin vos!


Me encanta está canción de Thao Nguyen and the Get Down Stay Down. La escuche el otro día, poco después de leer un blog que a mí me gusta mucho, y que lo conozco gracias a Rachel, una amiga que recién se fue a estudiar a Cambridge University en el Reino Unido, a la que por cierto le deseo todo lo mejor del mundo mundial. Bueno en un post que hacían en el blog este, pues la mina decía que no le gustaba mucho la música indie, pero que ésta banda le había gustado mucho, a mí todo lo contrario, me encanta la música indie, así que lo busque y encontré, luego conseguí el disco, y puedo llanamente recomendárselos, es un álbum increíble.


Thao Nguyen and the Get Down Stay Down, son una banda de Virginia, bastante Buena, que estaré viendo en vivo en unos meses en un bolichito que esta por Boston University. Por cierto, a los chilenos que lean esto, vayan a ver Alejandro Filio que se presenta en Santiago, que es lo máximo. Volviendo a Thao, pues bueno, el álbum se llama We Brave Bee Stings and All, la canción que dejo con ustedes en la cosita de Ytube, se llama Bag of Hammers, y tiene la capacidad de ponerte de buen humor en cuestión de segunos, el ritmo es totalisimo. Otro álbum recomendad, el acústico de Julieta Venegas, bueno si eres fan de ella, y yo LA AMO!!! Julieta sos una diosa!! Ja! Bueno, excepto sus temas extremadamente poperos, que son latosos. Ay Julieta! Tenía que verla, pero justo llego el día de la misa de un año de la muerte de mi abuelo, y no es que yo sea religioso, porque no lo soy, es mi abuela la que no perdona. Así que me quede sin Julieta hasta sabe dios cuando.



A los que no me puedo perder, por nada del mundo, POR NADA DEL MUNDO, es a Los Fabulosos Cadillacs, que se reunieron y van grabando un disco que saldrá pronto, por cierto, los dejo con el esnips este que trae la historia de los cadillacs en mp3, de rock.com.ar, si eres fan de ellos, muy recomendado.


Hora de dormir, escribí todo y nada, pero sobre todo nada.

* El Esnips no funcionaba, no se porque. Ahora si, los mp3 están muy buenos. Por cierto si los quieren, bajenselos del website Rock.com.ar que es de puro Rock Argentino.



Powered by eSnips.com

25.9.08

Stiglitz: La caída de Wall Street es para el Fundamentalismo de Mercado, lo que la caída del Muro de Berlín fue para el Comunismo

Para nadie es secreto que la economía norteamericana se halla en una crisis muy grande. Es en este momento, más que nunca, en el que el Fundamentalismo del Libre Mercado debe ser cuestionado. El congreso norteamericano está a punto de pasar una ley que salvara al capitalismo de una catástrofe tan grande como la Gran Depresión de los años 20. La discusión sobre si está ayuda que le dan los contribuyentes a las grandes financieras es correcta o no, la hago otro momento. Sólo quiero dejar claro, que es el gobierno de los Estados Unidos el que empieza a nacionalizar sus empresas financieras. Cuando fue este gobierno norteamericano el que más se opuso a las nacionalizaciones que hayan podido hacer otros países.

Desde hace mucho tiempo, se ha criticado al neoliberalismo, como el sistema que beneficia sólo a los más ricos, y deja en la pobreza a las grandes mayorías. En Estados Unidos, centro mundial del capitalismo, el Estado ira a salvar las empresas financieras, para que sigan facturando millones, mientras que no se crea un verdadero plan de ayuda a los ciudadanos. Setecientos mil millones de dólares (y lo escribo literalmente porque la cantidad de ceros se llevaría todo mi post), con ese dinero se podrían hacer muchas cosas, mejorar la educación primaria, crear un seguro de salud universal, o crear proyectos para salvar el medio ambiente. La prioridad es Wall Street y sus banqueros.

En otras palabras, el gobierno norteamericano, no sólo se convertirá en uno de los gobiernos más proteccionistas del mundo. Sino que instituirá el Socialismo de Facto, porque se convertirá en el principal dueño de las hipotecas en Estados Unidos, es decir será el dueño de las casas de sus ciudadanos. ¡Qué cinismo!

Los dejo con el fragmento de una entrevista que le hicieron en el Huffington Post al premio nobel de Economia Joseph Stiglitz, a quien pude ver en una conferencia sobre economías emergentes en Columbia. Es un genio. La traducción es mía.


En la caricatura. Cuadro de arriba, El hijo prodigo (lleva una túnica que dice Grupos de Inversión): ‘Padre! Me hice asquerosamente rico negociando con préstamos de riesgo y luego el mercado hipotecario se fue al carajo.’ El padre (en la túnica dice Gobierno Federal): ‘Mi hijo a regresado! Matare al ternero que hemos engordado y te ayudare a salir del embrollo.’

Cuadro de abajo, El hijo no tan prodigo: ‘Padre no he podido pagar esos préstamos riesgosos y he perdido mi casa!’ El padre: ‘La vida no es justa hijo, arréglatelas!’


Nathan Gardels: Barack Obama ha dicho que la agitación que acosa a Wall Street en estos días, es la más profunda crisis financiera desde la Gran Depresión de los años 20. John McCain en cambio, ha dicho que la economía está amenazada, pero que los fundamentos de la economía son fuertes. ¿Quién está en lo correcto?

Joseph Stiglitz: Obama está mucho más cerca de la realidad. Los Estados Unidos cuentan con gente talentosa, grandiosas universidades, y un excelente sector de tecnologías avanzadas. Pero los mercados financieros han jugado un rol muy importante llegando a constituir un 30 por ciento de los beneficios corporativos en los últimos años.

Aquellos que manejan los mercados financieros se han hecho con aquellos beneficios bajo el siguiente argumento, ellos aseguran que están contribuyendo al manejo del riesgo y la eficiente asignación de capital y que por todo esto ellos se merecen esos muy elevados ingresos.

Se ha demostrado que todo esto no es verdad. Que ellos han manejado todo esto muy mal. Estos errores han regresado a rondarles y ahora el resto de la economía global va a pagar la cuenta, mientras que las ruedas del comercio van desacelerándose debido al apretón del crédito. Ninguna economía moderna puede funcionar bien sin un sector financiero saludable y dinámico.

Así que la diagnosis de Obama, que argumenta que el sector financiero se halla en una situación desesperada, es correcta. Y si la misma esta en una situación desesperada entonces eso significa que nuestra economía está en una situación desesperada.

Incluso si no estuviésemos viendo la agitación financiera, sino simplemente al Estado, los niveles de deuda nacional y federal son un problema enorme. Nos estamos hundiendo. Si prestamos atención a los indicadores de desigualdad, que son los más altos desde la Gran Depresión, entonces vemos ahí un problema gigantesco. Si observamos que los niveles de ingresos se han estancado, pues encontramos un problema tremendo.

Gran parte del crecimiento económico que hemos tenido en los últimos cinco años ha estado basado en la burbuja hipotecaría, que ahora se ha reventado. Y lo peor es que los frutos de ese crecimiento no han sido ampliamente distribuidos. Lo que en resumen quiere decir que los fundamentos de la economía no son fuertes.



G: Los valores respaldados por la hipotecas son los que están detrás de la crisis, estos son propiedad de bancos alrededor del mundo entero, también de fondos soberanos en China, Japon, Europa y la zona del Golfo Pérsico. ¿Que impacto va a tener ésta crisis en esos países o zonas?

S: Eso es verdad. Las perdidas en instituciones financieras europeas sobre las hipotecas basura han sido mayores que las que tenemos en los Estados Unidos.

Lo que pasa es que los Estados Unidos ha diversificado estos valores respaldados por hipotecas a clientes alrededor del mundo –gracias a la globalización de los mercados- lo que disminuido el impacto de los mismos en los Estados Unidos. Si no hubiésemos expandido estos riesgos alrededor del mundo entero, la recesión en los Estados Unidos sería mucho mayor.

Algo que está siendo finalmente comprendido como resultado de está crisis es que dentro de la globalización existen asimetrías de la información. En Europa, por ejemplo, no comprendían del todo que las hipotecas en los Estados Unidos eran hipotecas sin aval alguno, es decir que si el valor de una casa es menor que el valor de una hipoteca, el dueño puede devolverle las llaves al banco e irse. En Europa, la casa es la garantía, y el que se presta dinero está atado al préstamo pase lo que pase.

Ese es uno de los peligros de la globalización. El conocimiento es local, porque uno sabe mucho más acerca de su propia sociedad que de cualquier otra.



G: ¿Cual es entonces el mayor impacto que tendrá en el mundo, el descalabro financiero de Wall Street de la globalización de mercados?

S: La agenda de la Globalización Economica ha estado claramente asociada con el Fundamentalismo de Mercado, la ideología de los libres mercados y la liberalización de las finanzas. En ésta crisis, vemos que son las instituciones más orientadas al libre mercado, en la economía más orientada al libre mercado, las que están fallando y acudiendo al gobierno para pedir protección y ayuda. Todos en el mundo entero dirán ahora que este es el fin del Fundamentalismo de Mercado.

En este sentido, la caída de Wall Street es para el Fundamentalismo de Mercado lo que la caída del Muro de Berlín fue para el comunismo, le dice al mundo que este tipo de organización y sistema económicos no son sostenibles. Al final, todo el mundo dice, el modelo no funciona. Este momento nos muestra que las exigencias que el modelo le planteaba al resto del mundo para liberar sus mercados financieros eran erróneas.

La hipocresía con la que el Ministerio del Tesoro de los Estados Unidos, el Fondo Monetario Internacional, y el Banco Mundial, manejaron la crisis Asiática de 1997; y la forma en que este fenómeno está siendo manejado han elevado el nivel de las reacciones intelectuales. Ahora los Asiáticos nos dice, ‘Esperen un segundo, ustedes nos dijeron que debíamos de imitarlos. Que ustedes eran El Modelo. Si hubiésemos seguido su ejemplo nosotros estaríamos en el mismo embrollo. Ustedes podrán pagar por ella para salvarse de la crisis. Nosotros no podríamos.’


22.9.08

Esperanza de mis madrugadas

Que te quiero más que a nadie y más que a nada,
te lo he dicho con mis ojos centinelas,
te lo he dicho con mis manos que te celan,
te lo he dicho con mi lengua enamorada.

Hoy es 21 de Septiembre, y si los disparos de la vida fuesen certeros, estaríamos pues, compartiendo un montón de velas en lugares estratégicos, un poco de vino tinto o esa botella de cava que habíamos guardado para una ocasión especial, un par de frutillas sediciosas, mucho hielo incandescente, y el abrigo de nuestras pieles descifrando rutas interminablemente placenteras. Nos amaneceríamos machacando al deseo mientras la lluvia se estrella con sus infinitas gotas sobre las innumerables hojas del roble que da a mi ventana. Mientras charlamos te diría que he comprado las entradas para el concierto de Thao and the Get Down Stay Down, que lo recuerdes, que será el cuatro de Noviembre, que lo anotes o algo, porque yo seguro que lo olvido.



Recorreríamos las imágenes de este domingo en el que bienrecibimos al Otoño, y nostalgiamos las primaveras de ese nuestro otro mundo. El paseo por Rockport, esas calles con aquel aire tan colonial, el Bearskin Neck con sus tiendas casuales, chocolates hechos en casa, artesanías locales, galerías de los artistas que siempre abundan en pueblitos pintorescos como este. Me dejaría llevar por la insistente risa que me causa la siempre caprichosa capacidad que tienes de visitar absolutamente cada una de las tiendas de suvenires, incluso sí ya te diste cuenta que muchas de ellas venden lo mismo y todo Made in China. Con dos discos compactos llenos de música de tribus Iroquies, tres poleras que dicen Rockport y media docena de postales que dejamos en el coche, tomamos el sendero que recorre los peñascos y nos detenemos en el extremo más alejado, sentados vemos los botes o quizás barcos alejarse en el horizonte, hasta que parecen hormiguitas en el hormiguero del Atlantico.

Que te quiero más que a cualquier otra cosa
te lo he dicho con el sol y los cometas,
te lo he dicho con el viento y la veleta,
te lo he dicho con el agua luminosa.

Hablaríamos también del Cabo Ann, y lo mucho que te gusto caminar sobre el muelle, sentarnos en la orilla tratando de mojar nuestros pies sin conseguirlo. De cualquier manera, jugaría con los dedos de tus pies, te contaría que hace más de ciento cincuenta años los puertos de Nueva Inglaterra eran cruciales en el comercio mundial, que casi todo el trafico de opio a la China, era manejado por mercaderes de la región, y que sus descendientes son todavía los dueños de muchas de las mansiones de la zona. Luego hablaríamos de otros temas, que de algún modo derivaron del Opio, o la China, o el comercio, o cosas tan insensatas como el funcionamiento de los relojes y su conexión con los movimientos sociales en Europa o América Latina. Cosas que inexplicablemente sabríamos entender y entretejer, hasta que la discusión sea tan vaga y este tan alejada que no supiéramos de que hablábamos cuando empezamos.



Que te quiero, te quiero, mujer.
Que te quiero y no hay nada que hacer.

Pero este primer día de otoño no es de memorias compartidas, ni de besos encontrados, no tengo velas cursileras, ni hielo de luna, ni frutillas guerrilleras. Sólo el vino que es buen compañero, y que ayuda a tejer historias donde no te encuentras ni una puta fotografía. Pese a eso, sí es un otoño de imágenes en solitario, de sueños debajo del Faro, de atardeceres sangrantes, y peñascos tentadoramente belicosos. Buscándote me lance a Rockport, a encontrar fotografías en las que pueda narrarte, describirte así infinita, súbitamente enamorada de la vida, idealista eterna, loca intrépida, inundando de risas el océano y al mismo tiempo sollozando alegre, riendo a carcajadas con los ojos empapados.

Que te quiero sobre todas las mujeres,
te lo he dicho con el pan de cada día,
te lo he dicho con el miedo y la alegría,
con el tedio que nos mata y que nos muere.




Que te quiero como nunca te han querido,
te lo he dicho recreándome en la suerte,
más allá de la vida con la muerte,
más allá del amor con el olvido.

Cuando me senté en el muelle, pensé en tantas cosas, siempre ando preguntándome sinsentidos, soy un cursi, lo sé, pero no puedo evitarlo, veo un bote solitario y lo llamo Diego, un bote solitario sin ruta, sin mapa, sin destino definido, insensatamente fatalista, buscando ruta en el Atlántico, acelerado de pensamientos, esperando por los remos que lo lleven lejos, a visitar otros puertos, en otros mares quizás más cálidos, buscando una pescadora dispuesta a navegar en poemas tontos, y lecturas exacerbadas, dilatadas, esperando lunas llenas para construir cuentos de miel y narrarnos historias de vidas pasadas y mares remotos, esquivando detalles nefastos. Para recorrer el mar de soledad con alguien en el bote. Me pregunto también si en lugar de esperar en el muelle, por alguien que suba al bote, debo más bien surcar todos los océanos buscando esa estrella naufraga que canta que se resbalo en las escaleras de caracol y que apareció de pronto en el mar, totalmente desprevenida, porque olvido el traje de sirena, que lo dejo muy bien doblado, tan pronto el calendario le dijo que faltaba una semana para que termine el verano. O quizás el inicio de la primavera-otoño me inunda de cuestiones que nunca tienen remedio, y debo más bien esperar la próxima estación, para guardar mi bote, y olvidarme de Faros y atardeceres, para que en noches de lluvia deje de imaginarte, eterna esperanza de mis madrugadas.

Que te quiero, te quiero, mujer.
Que te quiero y no hay nada que hacer.

Más que a nadie y más que a nada.
(Joan Manuel Serrat)