Nueva York. Todo.

Camino por las calles de Nueva York, Quinta Avenida, Calle 42. Gente arriba, gente abajo, gente por todos lados, conmoción, desencuentro, confusión, desorden. Un universo de gente por todas partes. Me rodean. Me encierran, me desconocen. Me son ajenos. Les soy ajeno. Distancia. Presencia, existencia. Todo. Vacío. Ausencia. Soledad. Nada.

Tiendas y más tiendas. Centro del capitalismo mundial. O quizás ya no. Shanghai. Tokio. Beijing. Otros mares, otros rascacielos. Esta ciudad, es cada vez más dispar. Cada vez mas cerca de Latinoamérica. O quizás…

New York! New York! Frank Sinatra. Jazz. Harlem. Malcolm X. El Bronx. Dominicanos… Boricuas… Sudacas… Mejicanos… Todo. Afro americanos. Gringos. Europeos. Asiáticos. Árabes. Judíos. Todo.

Voy a Central Park, con mi cafecito Starbucks, traido de Etiopia… Delicioso. Releo, Rayuela. Creo que no hay otro libro latinoamericano mas cosmopolita que Rayuela. Sin duda. Paris. Nueva York. Viejo Mundo. Nada.

Se sienta a mi lado una gringa. Sorpresa. Pablo Neruda y sus sonetos de amor traducidos al inglés. That’s my favorite poet, Have you been to South America? No ha estado nunca allá, no me extraña. Hablamos por dos horas. Literatura. Viajes. Los Andes. El Amor. La Luna. Todo.

Tomo el tren. Universo. Diversidad. Calle 14. Busco una librería con todo en Español! Por fin la halle. Ilustre Gabo en la pared, inauguro la tienda con el dueño en los 60’s. Foto dedicada. Café. Tertulia. Dialogo. Literatura. Onetti. Vargas Llosa. Octavio Paz. Cesar Vallejo. Todo. Tres horas después. Hasta luego.

De vuelta al subterráneo. Calle 207. Barrio Latino. Dominicano. Cena: Empanizado de Carne. Arroz y Yuca. Una Cerveza. Y luego dos mojitos, con la mesera… Y luego, dos más!