Tengo, o tenía más bien, un tío viajero muy buen tipo que murió de cáncer en el hígado. Recién nomás, me heredo un anillo, quizás a modo de decirme adiós, no lo sé. Teníamos una relación muy interesante, porque como yo, el tío Antonio era un tipo demasiado raro, demasiado utópico si es que no desquiciado, fuera de si.
Me contó que el anillo lo encontró en uno de los tantos laberintos de el Kapali Carsi, el gran bazar de Estambul, cuando estuvo por ahí en el año 68, en uno de esos viajes que lo llevo por lugares tan distintos y tan distantes, que en sí no son mas que el mismo sitio en diferentes espacios y tiempos. Me dijo que el bazar de por sí, parecía un lugar salido de cuento. En ese entonces Turquía no era la Turquía moderna de hoy y todavía se podían encontrar secretos milenarios en sus calles y puertos. El gran bazar sigue teniendo miles de locales y con certeza uno puede pasar horas perdido en sus laberintos.
El anillo se lo vendió una turca que casualmente hablaba castellano, que lo convenció porque le dijo que el anillo guiaría a aquel que lo posea a encontrar la felicidad, que este había sido traído de un pueblo pequeño del sur de España donde había llegado siglos atrás en un galeón español, y que le había pertenecido a un antiguo sacerdote maya llamado Ohtonqui que significa el caminante, encargado del templo de Chac, el dios de la lluvia y la fertilidad. Mi tío, acérrimo creyente de todo lo irracional e impredecible, lo compró y no se lo saco más hasta el día en que me lo dio. El anillo esta supuestamente sincronizado con Ix Chel, la diosa de la luna, y su labor es conectar metafísicamente al que lo posea con una persona del sexo opuesto durante las noches en que la luna tenga mayor presencia y los otros astros se confundan en una de las eternas batallas del universo.
Me contó mi tío, que esa misma noche conoció a una muchacha paraguaya que había vivido por muchos años en Guatemala y que se hacía llamar Izel, aunque su nombre real fuese Esperanza. Izel nombre maya que en castellano significa la única, fue la primera y única mujer paraguaya que conoció Antonio en toda su vida, y la única que por cinco días interminables no paraba de sorprenderlo, como nunca antes se había sorprendido. Izel parecía ser la versión femenina de Antonio, tan desquiciada y loca como el, tan atada a sus sueños y a la libertad que cualquier convención social o cultural le tenia sin cuidado. Soñaron por cinco días a orillas del Bósforo en viajar por todo el mundo, perderse en las calles de la Ciudad Prohibida de Pekín, o penetrar el templo del Potala en Tibet, y después recorrer las ruinas de Persepolis, para luego tomar un barco de retorno y deambular por toda Latinoamérica. Antonio sentía que los laberintos interminables de las calles de Estambul parecían cobrar sentido, él se quedaba mirando las sombras en los muros de la ciudad y por alguna razón se decodificaban una serie de enigmas y mensajes que le hacían sentirse vivo. Quizás era el poder del anillo maya y el poder eterno de Ix Chel, o quizás una coincidencia más como esas tantas otras que siempre nos dibujan sonrisas, o lagrimas si realmente las entendemos.
Le pregunte a Antonio ¿que sucedió?, que si todo era tan maravilloso porque entonces yo no tenía una tía, y se quedo en silencio por un momento muy largo. Sus ojos distantes perdidos en el horizonte rebelaban un temor tan grande que yo mismo lo sentí, soltó dos lagrimas y me dijo que después de esos cinco días Izel tenia que viajar a Praga donde le dijo que le esperaría donde unas amigas latinoamericanas. El ni recordaba porque pero tuvo que quedarse tres días más en Estambul, cuando el tercer día leyó las noticias se entero que el ejercito soviético había invadido las calles de Praga y que el acceso le había sido totalmente negado a cualquier ciudadano occidental. Después de unos días tuvo que abandonar Europa y empezó a buscar a Izel por todo el mundo, pero jamás la encontró. Quizás murió en Praga enfrentando a los soviéticos, el ni siquiera sabia su apellido, ni le había preguntado su dirección en Guatemala o en el Paraguay, o en cualquier otro lugar remotamente posible.
Ahora que tengo el anillo me puse a pensar en mi tío Antonio, quizás la felicidad si la había encontrado y que habían sido esas cinco noches de eternidad sin igual, de charlas interminables a orillas del Bósforo, ese tan singular punto en el planeta que divide la mítica Constantinopla en dos y separa a Europa del Asia, y une al Mar Mediterráneo con el Mar Negro, es decir ese minúsculo estrecho de 30 kilómetros que parece reunir al universo entero. Parecía después de todo que el destino había dispuesto reunirlos ahí un lugar ya de por si fantástico y maravilloso, y que había dispuesto también separarlos ahí, en la encrucijada del mundo.
Me pongo a pensar en la felicidad, y siento que quizás la felicidad es eso, momentos interminables e infinitos, que se suceden en la memoria y que llenan los espacios de nuestras vidas y memorias. Y charlas interminables a orillas de cualquier río, mirando la luna y la batalla interminable de los astros, esperando quizás que la mitología maya sea una realidad y que la energía de los astros nos invada y ocupe cada segundo de nuestro tiempo y cada imagen de nuestra memoria. Que en el fondo todo lo que somos y lo que queremos es vivir cinco días sintiendo eso, sintiendo esa voz que te dice te entiendo, sintiendo que la luna esta ahí entre uno y el otro, atándote a esa otra persona, luchando contra el frió que es esta eternidad de silencio llamada vida. No se, no tengo las respuestas a nada, tan solo un anillo misterioso y un libro con poemas y cuentos que no dicen nada. Que sólo saben decir te busco y no te encuentro, y si te he encontrado tengo miedo a perderte.
11 comentarios:
Che sera que se puede uno quedar en la cima de esta piramide de noche recostada mirando estrellas y la luna danzar?... me muero de envidia si alguien lo ha hecho....
http://www.guate360.com/galeria/data/media/2/DSCF0165.jpg
para mi tu tio esta a su lado, los dos estan juntos!!! =D jajaja....pero es porque yo tengo eso que llaman esperanza, los finales felices siempre son posibles.. mantenerlos asi eso lo que cuesta. no crees?
No te voy a decir que me gusta como escribis U_U, y no te voy a decir que mantengo lo que una vej dije -> habeis conquistado estos ojos color noche con tus letras :) wow!
Se me hizo agua la imaginacion jajajajajajaj XD.....
Grosso elescrito. La felicidad se está y se la encuentra. Solamente que el moemnto del desencuntro con la vida y el besode la muerte es aquel hecho que permite el momento ideal para reconocer cuándo y donde encontraste la felicidad. Grande tu tío.
En un viaje a veces encuentras cosas que ni imaginas.
Saludos y guarda muy bien aquel anillo.
Qué historia! tu tío si supo difrutar la vida. Y el relato, divino, creí que estaba allí. Un amigo me ha dicho lo maravilloso que es Estambul, esa será una de mis paradas sin duda, de aqui unos años.
Son los pocos pero bellos (o malos) momentos los que marcan nuestras vidas, o aquellos pocos estados de consciencia (trance para algunos jejeje).
No creo que burlarse siempre de las cosas serias tenga sentido, y no creo que ser un robot programado tenga sentido, Lo que sé es que sí existen esos momentos luces, y para mi, como axioma, no se convierten en estados permanetes, tal cual la felicidad.
Yendo por otro lado, hay tantas canciones de Drexler q haz de haber escuchado, o me gustaría que las escuches, que se relacionan con las cosas en cuestión, con tu relato. El tipo es un maestro.
uy, "son los pocos momentos los que marcan nuestras vidas" me sonó a frase hecha, no sé donde lo he escuchado antes, pero es algo cierto.
Gracias a tu escrito me mudé de ciudad unas cuantas veces y viajé hacia el fin de la tierra otras tantas... gracias. Maravillosa descripción, además de ser el tema de tu relato muy interesante.
Te ganaste un gran besototote... aprovecha, no es a menudo que ando tan así...
:)
Relatas una historia fascinante... ese anillo significa mucho y es un misterio lo que te traerá. Te deseo buena fortuna. Tal vez como a tu tío, la felicidad no sea infinita pero sabes? Nunca lo olvidarás. Y eso, bien merece la pena.
Besos desde mi orilla.
Joup: mantener los finales felices es realmente dificil pero no imposible, es cuestion de compromiso, fidelidad y saber aceptarse como alguien que cambia constantemente.
A mi tambien me encantaria estar en la cima de esa piramide o en las calles de Estambul con la persona indicada, la que entienda la profundidad de ese momento lleno de eternidad, mientras caminare por todo el mundo hasta encontrarla.
Alexis: Bienvenido. Seguro que en los viajes encuentras muchas cosas, ya sean cosas que el corazon busca, o respuestas a preguntas que ni siquiera nos planteamos pero que si estan muy presentes, y que sentimos.
El anillo esta guardado.
Majo: Que lindo verte por aqui. Siento que compartimos muchas ideas y cosas, Drexler es una de esas, comentame que canciones en particular, por otro lado yo soy muy Fernando Delgadillo y jazz, blues, que se yo. Seguro que tambien te gusta.
Tienes razon, son pocos los momentos que marcan nuestras vidas, pero eso somos, momentos, recuerdos e instantes maravillosos en la memoria de alguien o algunos, y viceversa.
Albanella: que lindo que hayas viajado, a mi tambien me transporto a otros lugares, en especial cuando estuve escribiendo al respecto y aprendi de algunas cosas de esos lugares. Gracias por el besototote, que lindo que estes de tan buen humor. Anda rega besos por toda la ciudad!!
Maria Coca: Exacto, ya lo dije una vez, mas valen 5 minutos de felicidad a una eternidad sin encontrarla, por lo menos si uno la encuentra por cinco minutos pues vivira de ese recuerdo y alimentara sus sueños con este recuerdo. Mas si uno anda buscando eso por toda la eternidad, se chocara con la frustracion de la soledad y se hundira en la desesperacion.
puede ser "Todo se transforma", "Milonga paraguaya", "12segundos de oscuridad","sanar", "transoceánica"y quizá alguna otra por ahi.
Muy bonita historia, con tu toque de realismo magico que atrapa. Quizas el anillo solo signifique algo para el que cree en el, y a veces es bueno creer en algo.
saludos
Diego querido...
Voy a hacerte un comentario de tu texto como cuento y otro referente a tu último párrafo. ok?
Un cuento tienen que comenzar de forma muy capturardora, tiene que hacer nacer en el lector las ganas de continuar hasta el final. Quizás se puede trabajar un poco más con eso.
Sabes que eres un buen narrador (léase contador de historias, cosa que por ejemplo veo que me hace falta), y que sabes ubicar bien las palabras (léase eres buen poeta). Los cuentos y la prosa tienen que tener también la belleza de la poesía, tiene que significar placer leer para el receptor.
Ahora, mi comentario del último párrafo se reduce a un montón de cursilerías que te voy a contar más extensamente en un mail.
:)
Besos
(Y no sé porqué, creo que me acostumbraste, cada vez que abro mi mail estoy esperando que me hayas regalado otra canción)
Que largo es el andar que nos lleva nomás al inicio; el camino es lo que importa; estas historias son las que cuentan; lo demas pasa.
Un saludo.
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