Ser o no ser, no es la cuestión. No hay otra respuesta.
Tú y yo por ejemplo somos dos expresiones de la realidad, el espacio y el tiempo plasmados en diferentes tonos, espacios y tiempos.
Cuando escribo esto soy yo, existo por mi mismo y lo demuestran mis palabras. Cuando lees esto, vos existes, estas ahí en un diferente tiempo y espacio al mío. Lo que facilita nuestro intercambio de existencias es aquel maravilloso desarrollo (r)evolucionario al que en español conocemos como La Palabra, que existe en si misma en un espacio y tiempo infinito y eterno, porque queda grabada por siempre en este disonar de movimientos del teclado, lapicero, labios y ojos.
Es la palabra y lo que esta plasma en nuestras imaginaciones y pensamientos lo que también define otra esfera de nuestra existencia. La existencia social. Llamemos a este socio-existencia. Es decir (como creo que lo dije antes, existo sólo cuando otro X existe y viceversa).
Y aunque pretendo existir en este momento (cuando escribo esto), solo se manifiesta mi existencia en el momento en que vos lo lees. Y vos no existes sino hasta que te haces participe de la existencia ajena, la mía.
Desechando insensatas clasificaciones temporales, narro o pretendo fotografiar con palabras una imagen que se me quedo de mi reciente viaje.
Dos de la madrugada de un sábado por la noche en las inmediaciones de Independencia en las alturas de Cochabamba. En medio de muchas guitarras y después de varias horas de bailanta con el grupo del que formaba parte y la gente del lugar, me puse a hablar del presente con un lugareño.
Estuvimos trabajando por muchas horas con la gente del lugar, yo no soy medico, pero un grupo de estudiantes de medicina y un grupo de estudiantes extranjeros de la misma rama habían organizado esta visita a uno de los tan empobrecidos pueblos de mi querida llajta. La última vez que participe de uno de estas cosas fue en el 2005. Así que las cosas se me hacían más emotivas aun.
- Y usted que piensa del nuevo gobierno?
- Mire joven, yo de política nu se nada. Pero recien se ha termenado de construir una escuelita y la posta de salud. Yo sulo he ido hasta el tercero de premaria, y mis wawas ahura van a aprender mas cusas. Ahura se que antes no se hacean estas cosas, no porque no habia plata, sino porque no se querea. Dígame usted que piensa del nuevo gobierno.
Pues que podría haberle dicho.
Sin que nadie se moleste. Y sabiendo de las discusiones de si Sucre debería o no ser la capital, o si el Evo es su payaso de Chávez, o etc. Me animo a decir que me alegro mucho porque el pueblo de independencia cuente con una escuelita, y que con suerte la posta sanitaria y el nuevo camino asfaltado ayuden a su ‘desarrollo’.
Y seguramente habrá quien cuestione las responsabilidades municipales y ejecutivas, y otros que argumenten que poniendo una escuelita en el culo del cóndor no lleva al país adelante. Pero en fin. Lo que si he visto en mi país. Es cambio. Rápido y General. Y eso no siempre es fácil de llevar a cabo, y mucho menos acostumbrarse al mismo.
Los Heraldos Negros (Cesar Vallejo)
Hay golpes en la vida, tan fuertes ... ¡Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... Yo no sé!
Son pocos; pero son... Abren zanjas obscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán talvez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.
Y el hombre... Pobre... pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé!
1 comentario:
Te cuento que el Encuentro Nacional estuvo muy bueno...me hubiera gustado que estés...
Saludos con besos y abrazos...
:)
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