Este post, nació como respuesta a un post muy interesante de Guayaramerin Analitica, que por cierto les recomiendo.
Es cierto, que Latinoamérica siempre ha sido el continente de los caudillos, lastimosamente es parte de nuestra historia, y no hay país alguno (quizás Brasil un poco menos, por su historia distinta) que no haya tenido caudillos.
Primero definiríamos a un caudillo, como un líder legitimo, idealista, por lo general aclamado por la población de su país, y cabeza de un movimiento X, que promueve la justicia y la igualdad social. Podríamos poner en el mismo saco a Bolívar, Katari, San Martín, Pancho Villa, Ortega (en su momento revolucionario), el Che, Fidel Castro, Víctor Paz y así muchos otros… Los caudillos no son necesariamente malos, lastimosamente muchos caudillos son asesinados, o se embadurnan de poder y no quieren soltarlo, y tratan de crear esquemas, en sus países, que les permitirían mantenerse en el poder por tiempos indefinidos. El mejor ejemplo actual es sin duda el de Chávez, que gracias a la democracia Venezolana, fallo.
No se si pondría a Pinochet como caudillo, puesto que no lidero ninguna revolución popular, ni fue aclamado por su población en ningún momento, en todo caso el caudillo era Allende. Pinochet era un simple dictador totalitario. No fue caudillo, tampoco populista, y las formas de mantenerse en el poder, creo que no nos son ajenas, ¿o si? No fue como Barrientos en Bolivia, al que la gente le lloro por mucho tiempo, sino como Banzer, o mejor dicho, peor que Banzer.
El caudillismo, es un fenómeno muy latinoamericano, y desde mi punto de vista ha sido en muchos casos negativo. Y esto se debe a nuestras fragilidades democráticas, y la facilidad con que los mecanismos de manutención del poder fueron posicionados. Pero al mismo tiempo, muchos de ellos han sido personajes muy idealistas, auténticos defensores de las democracias, y de los derechos de las mayorías. Es difícil generalizar acerca de ellos. El Che, por ejemplo, si no tomamos en cuenta su proyecto político simplemente para no entrar en un debate en extremo prolongado, era un tipo súper idealista, que realmente creía en la igualdad y el derecho que la gente tenia a vivir en un mundo más justo. Los medios que el promoviese están para un debate posterior, pero no creo que se puedan negar esos ideales.
No creo que los líderes latinoamericanos actuales sean una herencia de Fidel Castro. Seria minimizar y negar nuestra historia. Para ser más específicos, me enfocare sólo en Sudamérica. Los lideres de izquierda, muy legítimos latinoamericanos, están ahí desde que las republicas fueron construidas. Ya sea dentro del marxismo, o fuera del mismo. Y digo eso porque usar esta palabra izquierda creo que nos facilita las cosas, porque no todos eran izquierdistas en la manera en que se conceptualiza a la izquierda. Nadie puede negar que en los años 60 y 70 existieron auténticos movimientos de masas, en todos los países de América del Sur, con lideres por demás populares, y portadores de las esperanzas de su gente, Marcelo Quiroga Santa Cruz, seria un ejemplo muy nuestro. Miles de jóvenes sudamericanos, lucharon por sus ideales de igualdad y justicia, y fueron sistemáticamente eliminados por las dictaduras, ya sea mediante exilios, torturas, asesinatos, muertes civiles, aislamientos, desapariciones, etc… Miles de jóvenes sudamericanos que querían cambiar sus países, y que de haber existido democracias, probablemente hubiesen accedido a sus respectivos gobiernos (como Allende) y hecho algo. De haber vivido Marcelo, probablemente hubiera sido presidente de Bolivia.
Lo que ocurre en nuestros países hoy en día, no es una herencia de Fidel, es una herencia de nosotros mismos, muchos de nuestros tíos, padres o amigos que hoy por hoy andan en sus 50’s fueron pues revolucionarios. Y aunque trataron de matarlos y eliminarlos, no se pudo con todos ellos. En esos grupos de idealistas, había gente de todas las clases sociales, había intelectuales muy capaces, y en los casos donde hay grandes poblaciones indígenas, pues había indígenas, en Bolivia el caso más claro es el de Jenaro Flores.
Lo que ocurre en nuestros países es además algo que debía haber ocurrido hace muchísimo tiempo, lastimosamente los gringos anduvieron invadiéndonos en cuanto hacíamos algo para cambiar nuestros países, o se aliaban con los grupos de poder para poner en jaque a los gobiernos reformistas. Casos claros son los de Guatemala, Nicaragua, Chile, y obviamente a través de la CIA a Bolivia, Argentina, Brasil, Uruguay, etcétera.
Lo que nos ocurre, es que los pueblos indígenas de América Latina, también tienen una voz, y esa voz está haciendo eco. Alguien me acuso hace un tiempo de que yo defendía a los sin voz, no señores, yo no defiendo a nadie, a penas soy un pinche utópico. A quien me dijo eso, le digo, ellos tienen su propia voz, ellos quieren el cambio, y lo andan gritando desde hace siglos, pero lo hacen con más fuerza ahora, que vivimos en democracia, y que saben que el cambio es posible. Lo sabrían muchos, si saldrían afuera de la Zona Sur de cierta ciudad andina, de la zona norte de cierta ciudad valluna y de Equipetrol localizada en cierta ciudad de los llanos. Los pueblos indígenas, tanto los Andinos como los de los llanos, han sido explotados durante toda nuestra historia, no hace 500 años, sino hasta está mañana, y probablemente siga así por un tiempo más. Eso no es mentira. ¿o si?
Pero es pues momento de cambiar las cosas. Y no se trata de empujar o jalar a los indígenas al tren de ‘desarrollo’ en el que nosotros vivimos, sino de respetar sus culturas de igual a igual. Si yo soy hispano-boliviano-mestizo, y quiero que se respete tanto mi lenguaje, como mi herencia cultural. Me veo también en la obligación de exigir lo mismo, para el aymará, ayoreo, moxeño o guaraní, que vive en mi país, y exijo que mi gobierno, y mi constitución, reconozcan el derecho que estos pueblos tienen a existir y ser reconocidos como tales, siempre y cuando todo este enmarcado en el territorio boliviano. Que se construyan mecanismos, que contribuyan a que la gente pueda salir adelante sin importar su origen étnico, o color de la piel, o el lenguaje materno. Si un día tengo hijos, y mi hijo quiere irse a vivir a un Ayllu, pues bienvenido, que lo haga. Pero Bolivia ha sido construida de una forma diferente. La única opción que se ha construido en Bolivia, es que los hijos de los Ayllus tengan que convertirse mestizos para salir adelante.
Obviamente, los modelos de izquierda de Brasil, Argentina y Chile son diferentes, porque, primero, no tienen pueblos indígenas del tamaño de los nuestros, y segundo los pocos que tienen son totalmente ignorados. Pero los países andinos, Bolivia, Perú y Ecuador son otra cosa. Y por tanto sus procesos son diferentes. Ahora muchos saltaran y dirán que en Santa Cruz, no hay indígenas. Y bueno, a eso responderé primero, que en Santa Cruz y en todo el oriente boliviano hay naciones indígenas, y lastimosamente están entre las más afectadas, puesto que grupos de poder les han arrebatado gran parte de sus territorios. Y también les responderé que los colonizados no son sólo los indígenas sino también nosotros, que nunca nos miramos al espejo para preguntarnos como cambiar, y solo miramos al norte para recibir ‘conocimiento’ y aplicar formas de vida que nunca hemos siquiera debatido, todo en nombre del ‘desarrollo’ y el ‘progreso.’
El gobierno de Venezuela, lo dejo a un lado, porque se ha degenerado, en un caudillismo absurdo, afortunadamente frenado por el pueblo venezolano. Pero lo que ocurre en Bolivia y en Ecuador es diferente. No es un radicalismo. No se esta promoviendo la revolución proletaria, ni el comunismo. Hay que cuidar que los gobernantes no caigan en caudillismos demagógicos, eso esta por demás claro. Pero las nuevas constituciones, son propuestas de una izquierda descolonizadora. Que es algo totalmente nuevo, y que descoloca a la derecha, de tal forma que a esta le es imposible generar argumentos validos. La descolonización es un proceso acertado, y más que necesario para los países de la periferia mundial. Solo así vamos a poder crecer, y generar nuestros propios modelos de crecimiento y propuestas de búsqueda del conocimiento. Los cambios que ocurren en Bolivia y Ecuador, no son generados por los gobiernos, sino por los de abajo, y eso es lo diferente. El cambio, ya ha llegado, esta ocurriendo y ya no hay marcha atrás. Un país que reconozca a sus pueblos indígenas como naciones, que promueva la igualdad, y que se descentralice totalmente a través de las autonomías, es la opción más acertada para salir adelante. Apoyo a los indígenas que quieren y están haciendo oír su voz. Y apoyo también a los cruceños y otros bolivianos que quieren autonomías, y promuevo la autonomía para todos los departamentos, y para los territorios indígenas enmarcados en la nueva constitución.
Ahora los casos de Colombia, Perú y Mexico… son cosa aparte. Para el debate está la autenticidad del triunfo del PAN… porque de haber tenido México elecciones no manipuladas, su presidente estaría de la mano de los sudamericanos, y no besándole el poto a Bush. Lo del Perú, es un caso interesante, porque tiene más indígenas que nuestro país, pero sin embargo tiene un gobierno (no puedo llamarlo de derecha, porque la verdad no se que es), pero en el Perú no ha habido un movimiento indígena ni siquiera similar al de Bolivia. Y los niveles de intolerancia y racismo, son extremos, si nuestros indígenas fueran a vivir al Perú, se mueren de bronca… Y si los indígenas peruanos vivieran en Bolivia, creerían que están en un país muy tolerante… Y el caso de Colombia es más particular, porque no podríamos hablar del mismo, sin mencionar a las guerrillas y sin mencionar la inmensa cantidad de plata que depositan los gringos en Colombia.
Eso si, creo plenamente, en mi utópica ingenuidad, que solo a través de las democracias evitaremos que nuestros lideres caudillos, se conviertan en los ineficientes demagogos de antes… está en nuestras manos… en nuestros votos. Si don Evo quiere perpetuarse en el poder, ¡abajo!, yo seré el primero en las calles. Del mismo modo, le sugiero a muchos que se cuiden de otros lideres caudillos populistas que habitan otras regiones del país, donde bajo la bandera de la autentica autonomía, promueven la desunión y el desprecio por Bolivia. Si!, a los estatus, pero que estos sean elaborados por representantes auténticos, y no por grupos de poder, que solo quieren para si mismos, lo mismo que siempre han querido, EL PODER.
2 comentarios:
Amigo, en vez de contra el poder, CONTRAPODER.
Una sociedad provista de esa clase de iniciativas mantiene a los caudillismos en su lugar y rescata las delegaciones de confianzas por sobre las representaciones formales.
De todas formas te confieso que Chavez a ratos me parece, yendo en contra de toda mi acumulación teórica, imprescindible. No se, lo sigo reflexionando.
Un abrazo.
Los caudillos siempre en la historia han estado presentes, más aún en nuestra latinoamérica. Debido por sobretodo a demandas emergentes de ideales y luchas en las cuales ellos han entregado su vida entera. Ellos son imprescindibles.
Los malo como indicas está en los deseos de poder que en determinado momento condenan en un giro de 180º a las luchas del pueblo, trocadas por sus intereses personales. La lucha en este momento en nuestro país se dirige en la identificación del uno para con el otro: lo urbano y lo rural. El desarrollo la tradición. Lucha de dicotomías, la cual deseo que utópicamente termine en un abrazo fraternal y sincero; mótivo de agradecimiento para nuestro líderes y caudillos; pero finalmente mis deseos se transforman en sentires cuando me doy cuenta que "mis" líderes solo desean encaramarse en el poder (entiendase como poder económico, social, comunicacional, etc,etc.)
Caudillos quienes a pesar de su imprescindibilidad, ajusten la causa por enciam de su ser son quienes realmente merecen las páginas de las historia y lo eterno.
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