26.6.08

Sólo nos queda soñar

Hace doscientas noches que no te veo, y ya la angustia de tu ausencia se ha apoderado de todos los muros de mi habitación… desesperado, me lanzo en abismos de inusitada desesperación, no hay canción, poema o relato que le de sosiego a este corazón obtuso. No hay remedio, te extraño, y mucho. Por más que busco y busco, no encuentro un verso que me redima, que caiga arrojado como lluvia de marzo, mientras dejabas en los muros de La Alhambra tu aroma incandescente, tu presencia sobrecogedora… que todavía me perturba y arrebata, que me arroja sobre el Atlántico… en un constante naufragio, un sobrevivir en tus ojos… No encuentro una palabra que me permita describir (¿o descubrir?)la inmensidad de tu mirada mientras mirabas al África… no hay medida que se atreva a reconocer lo infinito de ésta espera abstraída, detraída, rota, quejumbrosa, insolente, infantil, y a ratos indecente… Es lo que hay…




Aquella noche de setiembre, fuiste
tan buena para mí... hasta
dolerme!
Yo no sé lo demás; y para eso,
no debiste ser buena, no debiste.


Aquella noche sollozaste al verme
hermético y tirano, enfermo y
triste.
Yo no sé lo demás.. . y para eso
yo no sé por qué fui triste. . . ,
tan triste...!


Sólo esa noche de setiembre dulce,

tuve a tus ojos de Magdala, toda
la distancia de Dios... y te fui dulce!


Y también fue una tarde de setiembre
cuando sembré en tus brasas,
desde un auto,
los charcos de esta noche de diciembre.

(SetiembreCésar Vallejo)


-Como le estaba diciendo, yo también en mis tiempos fui socialista y hasta anarquista… y aquí el amigo Pérez Moretti no me dejará mentir, porque juntos hemos pasado muchas cosas. Por otra parte tampoco vaya a creer que nos avergonzamos. Soy de los que piensan que no es malo que la juventud tenga en su momento ideales tan puros. Ya hay tiempo de perder luego esas ilusiones. Luego la vida le muestra a uno que el hombre no está hecho para esas sociedades utópicas. No hay ni siquiera dos hombres iguales en el mundo: uno es ambicioso el otro es dejado; uno es activo, el otro es haragán; uno quiere progresar, como el amigo Pérez Moretti o yo, al otro le importa un comino seguir toda su vida como un pobre tinterillo. En fin, para qué seguir, el hombre es por naturaleza desigual y es inútil pretender fundar sociedades donde los hombres sean iguales. Además, observe que sería una gran injusticia: ¿por qué un hombre trabajador ha de recibir lo mismo que un haragán? ¿Y por qué un genio, un Edison, un Henry Ford debe ser tratado lo mismo que un infeliz que ha nacido para limpiar el piso de esta sala? ¿No le parece que sería una enorme injusticia? ¿Y cómo en nombre de la justicia precisamente en nombre de la justicia, se ha de instaurar un régimen de injusticias? Esa es una de las tantas paradojas, y siempre he creído que debería escribirse largo y tendido sobre el particular… Los años, la vida que es dura y despiadada, a uno lo van convenciendo de que esos ideales, por nobles que sean, porque sin duda que son nobilísimos ideales, no están hechos para los hombres tal como son. Son ideales imaginados por soñadores, por poetas, casi diría yo. Muy lindos, muy apropiados para escribir libros, para pronunciar discursos de barricadas, pero totalmente imposibles de llevar a la práctica…

(Ernesto SabatoSobre Héroes y Tumbas)




Dicen que ya me cansaré
Que tiene precio este querer
Dicen y dicen
Y algunos hasta me maldicen
(Dicen - Alejandro Filio)


ANARQUISMO es el nombre que se da a un principio o teoría de la vida y la conducta que concibe una sociedad sin gobierno, en que se obtiene la armonía, no por sometimiento a ley, ni obediencia a autoridad, sino por acuerdos libres establecidos entre los diversos grupos, territoriales y profesionales, libremente constituidos para la producción y el consumo, y para la satisfacción de la infinita variedad de necesidades y aspiraciones de un ser civilizado.

En una sociedad desarrollada sobre estas directrices, las asociaciones voluntarias que han empezado ya a abarcar todos los campos de la actividad humana adquirirían una extensión aún mayor hasta el punto de substituir al Estado en todas sus funciones. Representarían una red entretejida, compuesta de una infinita variedad de grupos y de federaciones de todos los tamaños y grados, locales, regionales, nacionales e internacionales, temporales o más o menos permanentes, para todos los objetivos posibles: producción, consumo e intercambio, comunicaciones, servicios sanitarios, educación, protección mutua, defensa del territorio, etcétera; y, por otra parte, para la satisfacción de un número creciente de necesidades científicas, artísticas, literarias y de relación social.

Además, tal sociedad no se pretendería inmutable. Por el contrario, como sucede en todo el conjunto de la vida orgánica, derivaríase la armonía de un ajuste y reajuste perpetuo y variable del equilibrio de la multitud de fuerzas e influencias, y este ajuste se obtendría. dicho brevemente, si ninguna fuerza gozase de la protección especial del Estado.

Si la sociedad, según esto, se organizase conforme a estos principios, no se vería el hombre limitado, en el libre ejercicio de su capacidad de trabajo productivo, por un monopolio capitalista sostenido por el Estado; ni en el ejercicio de su voluntad por miedo al castigo, o por obediencia a entidades metafísicas o a individuos que llevan ambos a la disminución de la iniciativa y al servilismo intelectual. El hombre se guiaría por su propia razón, que llevaría necesariamente la huella de la acción y reacción libres de su propio yo y las concepciones éticas del medio. El hombre podría así alcanzar el desarrollo pleno de todas sus potencias, intelectuales, artísticas y morales, sin verse obligado a trabajar agotadoramente para los monopolistas, ni trabado por el servilismo y la inercia intelectual de la gran mayoría. Podría así alcanzar la plena individualización que no es posible ni bajo el sistema de individualismo actual, ni bajo ningún sistema de socialismo de Estado del llamado Volkstaat (Estado popular).

…Los anarquistas consideran el sistema salarial y la producción capitalista un obstáculo para el progreso. Pero señalan también que el Estado fue, y sigue siendo, el principal instrumento para que unos pocos monopolicen la tierra, y los capitalistas se apropien de un volumen totalmente desproporcionado del excedente anual acumulado de producción. En consecuencia, al tiempo que combaten el actual monopolio de la tierra y el capitalismo, combaten los anarquistas con la misma energía al Estado como apoyo principal del sistema. No ésta o aquélla forma especial de Estado, sino el Estado mismo, sea monarquía o incluso República gobernada por medio del referéndum.

Habiendo sido siempre la organización del Estado, tanto en la historia antigua como en la moderna, el instrumento para asentar monopolios de las minorías dominantes, no puede utilizársele para la destrucción de tales monopolios. Los anarquistas consideran, por tanto, que entregar al Estado todas las fuentes principales de vida económica (la tierra, las minas, los ferrocarriles, la banca, los seguros, etcétera), así como el control de todas las principales ramas de la industria, además de todas las funciones que acumula ya en sus manos (educación religiones apoyadas por el Estado, defensa del territorio, etcétera), significaría crear un nuevo instrumento de dominio. El capitalismo de Estado no haría más que incrementar los poderes de la burocracia y el capitalismo. El verdadero progreso está en la descentralización, tanto territorial como funcional, en el desarrollo del espíritu local y de la iniciativa personal, y en la federación libre de lo simple a lo complejo, en vez de la jerarquía actual que va de centro a periferia.
(Kropotkin)





Vendrá la muerte y tendrá tus ojos

esta muerte que nos acompaña

desde el alba a la noche, insomne,

sorda, como un viejo remordimiento

o un absurdo defecto. Tus ojos

serán una palabra inútil,

un grito callado, un silencio.

Así los ves cada mañana

cuando sola te inclinas

ante el espejo. Oh, amada esperanza,

aquel día sabremos, también,

que eres la vida y eres la nada.



Para todos tiene la muerte una mirada.

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.

Será como dejar un vicio,

como ver en el espejo

asomar un rostro muerto,

como escuchar un labio ya cerrado.

Mudos, descenderemos al abismo.

(Cesare Pavase)


2 comentarios:

Lilyth dijo...

No estaba muerta andaba de parranda jajjajjaja
Besitos

utópico dijo...

millones de besos!! pero te haces extrañar pues!! eso es lo que pasa!