6.1.08

¿Cuando dejarán mis labios de sangrar?

Me moriré en París con aguacero,
un día del cual tengo ya el recuerdo.
Me moriré en París -y no me corro-
tal vez un jueves, como es hoy, de otoño.


Jueves será, porque hoy, jueves, que proso
estos versos, los húmeros me he puesto
a la mala y, jamás como hoy, me he vuelto,
con todo mi camino, a verme solo.


César Vallejo ha muerto, le pegaban
todos sin que él les haga nada;
le daban duro con un palo y duro
también con una soga; son testigos
los días jueves y los huesos húmeros,
la soledad, la lluvia, los caminos...

(Cesár Vallejo)




Las cosas son simples, fáciles de decir, fáciles de hacer, fáciles de matar, fáciles de amar… O al menos eso tratamos de creer, o al menos yo trato de hacerlo. Probablemente me engaño a mi mismo haciéndolo, o pretendiendo hacerlo, después de todo ¿Por qué tendrían que ser simples las cosas? Es un engaño todo. Pretendo creer que las cosas son simples, pero no lo son, y hasta hace cinco minutos creía en la simpleza o sencillez de la ahora complicada realidad. ¿redundante? ¿o complejo? Pues probablemente no lo creía, o al menos no tenía la certeza de creerlo, ahora tengo la certeza de haber querido querer creer que todo era sencillo, ya nada importa, todo es menos claro, todo es menos cierto. Si es que algo es cierto….


Es simple el quererte, así nomás nace, así nomás te quiero. Sin planes, sin mapas, sin guías, sin cruces del sur… no tiene brújulas el corazón, es muy complicado entenderlo a veces, por no decir todo el tiempo, porque al no necesitar guía mira en cualquier dirección y arremete, agarra sus pilchas y se lanza, lo que este no sabe, es que el camino a vos no es simple. Lo que separa una nube de la otra es el vació infinito, y lanzarme así nomás de una nube a la otra, es pues complicado, ya me he caído más de muchas veces, pero igual nomás me agarro de algún jilguero y vuelvo a buscarte.


¿Cuando dejarán mis labios de sangrar?
¿Cuándo tu nombre volverá?
Dime tú!
¿Cuando Será?

2 comentarios:

Lilyth dijo...

Enamorarse es fácil, amar es complicado

Cuando era joven y tenia siete vidas saltaba todas las nubes que podía
Sólo por la sensación de los tres segundos suspendida en el aire en gravedad cero
Sólo por ese instante de gloria que te entregan los errores antes de dejarte caer al suelo sin la oportunidad de agarrarte a una mariposa (porque yo no me agarro de jilgueros para no caer, a mi me socorren las mariposas que siento en el estómago cuando amo)
me pase tres años lamiendo las heridas de la última caída.

La resolución del 2008: Es cierto que solo tengo un corazón y que si no lo cuido se romperá irremediablemente, pero si no puedo amar entonces no me sirve… este año mantendré la respiración en un suspiro y saltaré sin cerrar los ojos… si caigo… sonreiré pensando que por lo menos intento enfrentar mis fantasmas… y si me mantengo en el aire…

Nada de esperar que la vida venga por mi, ni test de compatibilidad ni preguntas al oráculo… este año me he prometido a mi misma dejar de negarme que es el amor lo que me mantiene viva, dejaré de preguntarme que si los protocolos, que si encajo en el mundo, que si es políticamente correcto…
A saltar se ha dicho!

utópico dijo...

Es realmente sencillo enamorarse, amar es complicado, olvidar es imposible, aunque si es posible que el tiempo cure las heridas y que estas solo duelan cuando uno mete el dedo en la llaga, y que eventualmente uno (afortunadamente) olvide donde esta la llaga. Yo también me pase tres años lamiéndome las heridas, y desde entonces con mucho miedo de saltar, recién nomás me estaba por lanzar pero (des)afortunadamente frene a tiempo. Haré mío tu compromiso con el 2008, tratare de amar sin medidas, con suerte estaré suspendido en el aire, y si no, pues tratare nuevamente. ¿Para que nos sirve la vida si no es para enamorarnos? ¿Para que la existencia? ¿Para que existir si nuestro existir no representa el universo para algún otro?
Saludos y abrazos!!!